Finalmente... ARGUMENTO: Emergencia Social en Salud

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sábado, 17 de abril de 2010

Matrimonio [entre parejas homosexuales] <<-------:

Para defender el matrimonio entre parejas homosexuales en Colombia, empecemos por lo clásico: el principio de igualdad. De tanto repetir el artículo 14 de la Constitución parece que hemos olvidado su sentido:
Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica. El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas en favor de grupos discriminados o marginados.
A partir de esto, podemos establecer que desde la misma Constitución, se pone como prioridad la igualdad entre TODAS las personas. Es por esto que el matrimonio no debe - ni puede- ser exclusivo para las parejas heterosexuales. Es como si volviéramos al siglo XIX donde sólo los padres podían escoger con quién se iban a casar sus hijos. En este caso, el Estado no puede imponer la pareja ideal, ni limitar el matrimonio.
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Esto nos da paso a un segundo punto, donde el matrimonio entre homosexuales debería ser permitido precisamente porque la sociedad del momento nos lo pide. Independientemente si la Constitución los tuvo en cuenta o no, tenemos que leerla integralmente, siempre pensando en cuál era su objetivo: establecer como prioridad la igualdad entre todos los colombianos. Es por esto que ante la necesidad de un cambio, no nos estaríamos alejando de la Constitución, sino aplicándola a nuevas circunstancias:

Porque lo que está en juego en esas uniones es también el poder dar un significado social a sus vidas, el ponerle nombre a su convivencia, a su cotidianidad, y ponerle nombre y peso moral en consecuencia a las violencias que han sufrido. Su vida en pareja pasa a ser legítima, y la violencia, ilegítima (Julieta Lemaitre, El derecho como conjuro; 272).

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Por último, quisiera tocar el tema que concierne a la religión, precisamente para establecer que no tiene cabida en este debate. El matrimonio no es únicamente una entidad religiosa, sino ante todo legal. Porque la Iglesia Católica no esté de acuerdo, ¿significa que está mal? Al casarse, una pareja no sólo está celebrando su amor en una unión que pretende ser de por vida: el matrimonio va mucho más allá de esto. Para muchos beneficios legales en diversos campos, no es suficiente una relación, sino que se exige estar casado. Cuando prohibimos el matrimonio a parejas homosexuales, no les estamos negando un favor: estamos violando sus derechos que tienen como personas- porque ante todo, esto es lo que son.
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No me parece despectivo considerarles una minoría. En efecto, lo son, y es precisamente por esto que deben ser defendidos sus derechos con mayor fuerza. ¡Apoyemos este proyecto!

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